A veces la vida nos pide tomar un momento para mirar en retrospectiva y rehabilitar esos sueños que alguna vez nos llenaron de esperanza y ganas de crear. Quizá han cambiado con el tiempo, o tal vez necesitan un nuevo empuje. Sea como sea, lo que importa es recordar que no tienen límites, salvo los que les ponemos con nuestras ideas.
Es fácil que, sin darnos cuenta, nos pongamos frenos mentales. Pensamos que "esto es lo más lejos que puedo llegar" o que nuestros sueños deben ajustarse a lo que otros esperan. Pero, ¿y si rompemos esas ideas? Tus metas pueden ser tan grandes como tu corazón las sueñe. Así que, manos a la obra: a trabajar, a sudar, y a picar piedra con el orgullo de saber que estás construyendo algo que realmente te importa.

Desde Hollywood, una tierra que inspira sueños grandes pero también te pone a prueba, he aprendido que hay muchas trampas: dudas, distracciones, incluso miedos. Pero también he descubierto que, cuando te sostienes con fuerza en tu sueño y en ese empeño que nace de lo más profundo de ti, encuentras la protección y la energía que necesitas para seguir adelante.
Hoy te quiero invitar a algo sencillo pero poderoso: toma un momento para recordar por qué empezaste este camino. Reencuéntrate con esa chispa que te movió al principio. Dedícale tiempo, atención y pasión a tus sueños. Y si puedes soñarlos en grande, no los limites, porque nadie sabe mejor que tú lo que eres capaz de lograr.
Este es tu momento. Lo que llevas dentro puede marcar la diferencia en este mundo. ¡A darle con todo!
Toda mi admiración

Comments